Del trabajador quemado, al trabajador «aburrido».
¿Has escuchado alguna vez el término boreout?
¿Alguna vez te has sentido mal, dado que lo que estabas haciendo no te interesaba o estimulaba ni un mínimo?
Del burnout, al boreout
Como seguramente ya sabéis, el burnout es un síndrome que se caracteriza por un agotamiento físico, mental y emocional derivado del trabajo.
Es uno de los 12 síndromes relacionados con el trabajo que existen y una de las causas de baja laboral en los últimos años.
Pero hoy no vamos a hablar del bournout. Hoy vamos a hablar de un síndrome que estaría, quizás, en el otro extremo: el boreout.
El boreout se define como «un síndrome que engloba una serie de síntomas que se traducen en un aburrimiento extremo, una infraactivación y una sensación de estar «apagado». Es decir, estar a un nivel de activación por debajo del que deberíamos de estar. Y además, sentirse emocionalmente «desconectado» o «hueco». Igual que el burnour, este síndrome se asocia al contexto laboral por lo que ha de estar relacionado con el trabajo y sus características.
Causas del boreout
Igual que en el burnout, en el boreout hablamos de causas ajenas al trabajador. Es decir, causas que provienen del contexto de trabajo, tipo de tarea o cualquier otro desencadenante que no sea la propia persona. Solamente si es el trabajador quién se encuentra desganado y con pasividad, se podría decir que no es solamente resultado de algo ajeno a él.
Algunos de los motivos por los que un trabajador puede desarrollar boreout son los siguientes:
- Tareas monótonas constantemente: como por ejemplo, copiar datos de un excell a otro durante varias horas, todos los días.
- Tareas cuyo nivel de formación o habilidades es muy inferior a las del trabajador: imagínate que eres profesor pero solo puedes corregir faltas de ortografía durante toda tu jornada laboral, todos los días, durante mucho tiempo.
- Falta de estimulación por parte de la empresa: si hay ausencia de feedback, no sabemos a dónde va con nuestro trabajo una vez lo terminamos o no recibimos una respuesta por parte de los superiores, podemos sentirnos desvinculados de la tarea
- No hay un reparto de tareas y roles: cuando no tenemos claro lo que tenemos que hacer o sentimos que da igual nuestra especialidad o conocimientos
El porqué del propósito
Cuando se dan todas estas circunstancias (o alguna de ellas) es muy fácil que el trabajador entre en una fase de infraexigencia. Esto es, no se siente motivado, lo que tiene que hacer no es algo que vea útil y por lo tanto, adopta una actitud pasiva. Esto aumenta todavía más la sensación de «aburrimiento extremo» y lo desvincula más de su rol.
Por eso es tan importante el propósito. Si hablamos de propósito, tenemos que tener en cuenta que hace referencia a varios aspectos:
Saber para qué haces lo que haces: cuál es el sentido de las tareas que realizas
Conocer el trayecto o recorrido del servicio o producto una vez tu haces tu parte
Sentir que eres parte de un equipo, de algo más grande que una persona trabajando a nivel individual
Ver que tienes cierto futuro en la organización, no solamente harás lo que haces ahora si no que tienes opción de seguir adelante
Ver que puedes mejorar y crecer profesionalmente, que no te quedarás en el mismo lugar, haciendo lo mismo y con las mismas condiciones durante 20 años
Cómo prevenir el boreout
Hay ciertos trucos para prevenir el síndrome del boreout. Estos son algunos de ellos:
- Ofrecer refuerzos positivos y feedback al trabajo hecho. Esto favorece que le veamos «sentido» a lo que hacemos y por lo tanto, tenga propósito.
- Intentar no sobrecargar a un trabajador o grupo con las mismas tareas monótonas siempre, ya que suele ser la causa principal del boreout.
- Promover el trabajo en equipo, ya que además de mejorar la cohesión facilita la motivación intrínseca hacia una tarea.
- Ofrecer formación a los trabajadores
Vamos a recordar que ofrecer un contexto laboral emocionalmente seguro es necesario. Y no solamente por tener más o menos contentos a los trabajadores, sino por una cuestión de salud mental.
Las causas de muchos de estos síndromes se clasifican como estresores psicosociales, por lo que es necesario un plan de prevención en la empresa para paliarlos.